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Mato a su familia, a su perro, e intento asesinar a otras 8 personas más

Vecinos recuerdan con miedo y tristeza lo sucedido esa tarde, cuando Ulises le disparó a Ordina, a uno de sus empleados, a su perro y a siete agentes policiales.

La tranquilidad de una tarde se vio interrumpida por unos disparos que provenían de la vivienda del imputado en bulevar Prado de la Residencial Madrid, en San Sebastián Salitrillo, Santa Ana.

La tranquilidad de la tarde del pasado domingo 18 de diciembre fue abruptamente interrumpida por varios disparos que provenían de una vivienda ubicada en el bulevar Prado de la Residencial Madrid, en la Urbanización Ciudad Real, en San Sebastián Salitrillo, Santa Ana, donde funcionaba una venta y reparación de celulares.

En esa casa residían Edgard Ulises Quintanilla Guzmán, de 43 años, y su compañera de vida, Ordina Nohemí Sánchez, de 34, de origen hondureño, y sus dos hijos menores de edad.

Vecinos recuerdan con miedo y tristeza lo sucedido esa tarde, cuando Ulises le disparó a Ordina, a uno de sus empleados, a su perro y a siete agentes policiales.

Aseguraron que lo sucedido les sorprendió ya que nunca escucharon una pelea entre la pareja. Aparentemente, tenían una buena relación.

«Lo que hemos sabido es que Ulises salió furioso de uno de los cuartos y se fue a donde ella estaba en el negocio y de un solo le disparó. Roco (el perro de la familia) se le fue encima como intentando defenderla y también le dejó ir una descarga al animalito y lo mató», dijo una vecina.

Otro residente de la colonia contó que cuando uno de los empleados vio lo que sucedía intentó escapar de la casa, pero el hombre lo siguió hasta la calle y le disparó sin importarle que hubiera más gente. El trabajador recibió tres balazos, pero sobrevivió, al igual que Ordina, quien fue auxiliada y trasladada al hospital San Juan de Dios, en Santa Ana, pero falleció dos días después.

«En 20 minutos, Ulises acabó con su vida y la de su familia», dijo el vecino.

Los vecinos relataron que a unas cuadras de la vivienda hay un puesto policial y que agentes llegaron rápido al lugar . «La patrulla llegó por la parte de arriba del pasaje y levantaron al muchacho pensando que lo habían atropellado, pero las personas les dijeron que le habían disparado y que había un hombre con una pistola en una casa», manifestó un residente.

El vecino detalló que cuando Ulises escuchó la sirena policial entró a la sala de la casa donde hay una ventana con vista a la calle y esperó a que los policías se bajaran del vehículo para dispararles.

«Gracias a Dios no hirió a ningún policía, entonces rodearon la casa y uno logró entrar y sujetar a Ulises que estaba loco. Se lo llevaron preso», dijo el vecino.

De acuerdo con el informe de Medicina Legal, Ordina murió por una herida profunda en su pierna izquierda que provocó la fractura del fémur y destrozó una vena.

Su familia se enteró de su muerte 11 días después, ya que nadie pudo contactarlos antes en Honduras. Fue sepultada en el cementerio de Chalchuapa.

Cuatro días después del hecho, Ulises fue acusado en el Juzgado de Paz de San Sebastián Salitrillo por feminicidio.

El Juez ordenó que siga detenido a la espera de la audiencia inicial. El expediente tiene reserva total.

Un día después, la Fiscalía lo acusó también de homicidio tentado en perjuicio de ocho personas, portación ilegal de arma de fuego y maltrato animal.

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