Técnicos colombianos: Las dos caras de la moneda
El técnico de la selección de Honduras lloró al ser eliminados del mundial 2026, mientras el técnico salvadoreño festejó con los panameños el pase al mundial.
El técnico de la selección de Honduras, el colombiano Reinaldo Rueda, lloró en rueda de prensa por haber quedado eliminado en último minuto del Mundial de Fútbol 2026 y pidió perdón a los presentes mientras se reponía de tan duro momento.
Rueda, dijo que el fútbol le había dado una gran lección de humildad y que los partidos “había que jugarlos antes de ganarlos”.
“Nosotros hicimos un buen trabajo, pero no ajustó, no fue suficiente. Tuvimos un grupo muy competitivo, pero la ironía nos escamó por un gol y clasifica la selección fuerte a la que le sacamos cuatro puntos de seis. Bueno es difícil”, aseveró entre lágrimas el técnico de la selección de Honduras.
Su semblante de impotencia tocó el corazón de millones de hondureños y del mundo entero. Con humildad reconoció que pese a realizar un buen trabajo no fue suficiente para lograr la clasificación. En su corazón había tristeza, estaba destrozado, partido en pedazos y con seguridad los hondureños no tenían nada que reclamarle, porque dio todo por el todo.
Pero en la otra cara de la moneda, su compatriota Hernán “Bolillo” Gómez, técnico de la selección de El Salvador que, tras perder el partido final con marcador de tres a cero, lejos de consolar a sus jugadores que salieron llorando del terreno de juego y que lucharon hasta el último momento, corrió a felicitar a los panameños que estaban eufóricos por ganar el boleto a su segundo mundial.
Esas imágenes fueron una bofetada a los millones de salvadoreños, porque Hernán “Bolillo” Gómez no mostró respeto para sus patronos (salvadoreños). “Bolillo” también fue irrespetuoso con un hincha que lo increpó frente al hotel donde estaban concentrados en Panamá.
Él (“Bolillo”) y “Neto” Góchez, por poco se van a golpes con el aficionado que lo felicitó por “haber clasificado dos veces a Panamá a un mundial”. Góchez fue bastante imprudente al gritarle al aficionado: “respeta imbécil, que respete ese imbécil” y si no hubiera sido por guardias de seguridad, el cuerpo técnico salvadoreño hubiera protagonizado una trifulca con graves consecuencias.
Se desconoce las acciones que tomará la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) en torno a ese bochornoso episodio.




