El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dice que defender la democracia es el “desafío de nuestro tiempo”

La democracia enfrenta “desafíos sostenidos y alarmantes” en todo el mundo, dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la apertura de la primera cumbre virtual de la Casa Blanca para la Democracia el jueves.
Biden instó a los representantes de unos 100 países a revertir una recesión en curso de la democracia que se está desarrollando en un momento de creciente autoritarismo en todo el mundo y tensiones extraordinarias en las instituciones fundacionales en los Estados Unidos, incluido el ataque del 6 de enero al Capitolio.
El presidente estadounidense agregó que las tendencias “apuntan en gran medida en la dirección equivocada” y que la democracia necesita “campeones”.
“Estamos en un punto de inflexión en nuestra historia en mi opinión”, dijo Biden. “¿Permitiremos que el retroceso de los derechos y la democracia continúe sin control?”
El evento de dos días, realizado por enlace de video debido a la pandemia de COVID-19, fue anunciado por la Casa Blanca como el liderazgo de Estados Unidos en una lucha existencial entre democracias y poderosas autocracias o dictaduras.
“No se equivoquen, estamos en un momento de ajuste de cuentas democrático”, dijo Uzra Zeya, subsecretaria de Estado para la Seguridad Civil, la Democracia y los Derechos Humanos.
“Los países en prácticamente todas las regiones del mundo han experimentado grados de retroceso democrático”, reveló.
Problema de democracia en casa
La cumbre virtual ya ha provocado la reacción de algunos de los adversarios de Estados Unidos y las naciones que no fueron invitadas.
China y Rusia, que Biden ve como campeones del campo de las autocracias, fueron deliberadamente dejadas de afuera, algo que dicen que está avivando una grieta ideológica.
“Ningún país tiene derecho a juzgar el vasto y variado panorama político del mundo con una sola vara de medir”, escribieron los embajadores Anatoly Antonov de Rusia y Qin Gang de China en un ensayo conjunto el mes pasado, describiendo a la administración Biden como exhibiendo una mentalidad de Guerra Fría.
Decidir qué otros países deberían ser excluidos de la cumbre por abusos contra los derechos humanos o fraude electoral también fue tenso, dijeron.
Por ejemplo, Pakistán y Filipinas fueron invitados, mientras que el gobierno nacionalista de Hungría, miembro de la UE, estaba fuera.
El presidente derechista de Brasil, Jair Bolsonaro, fue invitado, mientras que el líder de Turquía, miembro de la OTAN, Recep Tayyip Erdoğan, fue rechazado.
El elemento más incómodo de la cumbre, sin embargo, fue el hecho de que Biden está luchando por restaurar la fe en la democracia en casa, y mucho menos en el otro lado del mundo.
Su predecesor republicano, Donald Trump, continúa una campaña impactante para alterar las normas políticas de Estados Unidos y anular las elecciones de 2020 en las que fue derrotado por Biden.
Con la ayuda de medios de comunicación simpatizantes, incluido el poderoso Fox News, Trump continúa difundiendo mentiras sobre el fraude a sus decenas de millones de partidarios.
Y con las ondas de choque del asalto al Congreso el 6 de enero por parte de los partidarios de Trump aun reverberando, hay crecientes temores sobre las elecciones legislativas de 2022 y la votación presidencial de 2024 en la que Trump puede buscar un regreso.




